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El Senado de Texas impulsa ley para imponer el uso de B.C./A.D. en la enseñanza pública

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El pasado 19 de mayo de 2025, el Senado de Texas aprobó por 22 votos a favor y 9 en contra el proyecto de ley SB 2617, que obliga a las escuelas públicas del estado a emplear las siglas B.C. (Before Christ) y A.D. (Anno Domini) para referirse a los años anteriores y posteriores al nacimiento de Jesús, respectivamente. El proyecto, enviado a continuación a la Cámara de Representantes, representa el último esfuerzo de grupos cristianos conservadores por reforzar la influencia religiosa en la educación pública.

C.E./B.C.E.

¿Por qué el cambio de C.E./B.C.E. a B.C./A.D.?

Hasta ahora, muchos libros de texto y académicos emplean las siglas C.E. (Common Era) y B.C.E. (Before Common Era) por su carácter inclusivo, evitando referencias explícitas al cristianismo. El patrocinador del proyecto, el senador Brandon Creighton, justificó el uso de B.C./A.D. señalando que “protege el enfoque histórico tradicional de Texas, enseñando de forma clara, consistente y sin distorsión política”. En otras palabras, acusa implícitamente a C.E./B.C.E. de sesgo “liberal”, mientras presenta la imposición religiosa como neutralidad educativa.

Sin embargo, esta defensa ignora un punto crucial: el calendario basado en Cristo no es neutro, sino una convención con raíces cristianas. Obligar a su uso convierte una fecha de origen religioso en norma universal, sin considerar que la determinación exacta del nacimiento de Jesús es también objeto de debate histórico.

Implicaciones de la ley

  1. Prohibición de materiales con C.E./B.C.E.
    La ley no solo obliga a docentes a usar B.C./A.D., sino también a impedir que los distritos escolares compren libros de texto que usen la terminología “inconsistente”. Esto podría obstaculizar la enseñanza en cursos avanzados, como los Advanced Placement, que tradicionalmente emplean C.E./B.C.E.

  2. Posible exclusión de minorías religiosas
    Incluso si la idea pudiera sonar inocua, fuerza una convención cristiana en el sistema público. ¿Qué ocurre con estudiantes judíos, musulmanes, budistas o ateos que no adscriben a valores cristianos? Para ellos, este cambio representa un mensaje claro: su perspectiva no encaja en el sistema oficial.

  3. Talante político-religioso
    El proyecto es parte de una ofensiva más amplia en Texas para introducir elementos religiosos en el ámbito público: mandamiento de exhibir los Diez Mandamientos en salones de clase, permitir oraciones en escuelas, entre otros. La intención es explícita: consolidar la nacionalización cristiana del espacio público.

Críticas desde la lógica secular

Desde posiciones seculares, como la comunidad atea, imponer B.C./A.D. resulta problemático por varias razones:

  • Falta de neutralidad religiosa: El estado debe garantizar que la educación pública sea laica, sin favorecer símbolos o convenciones religiosas concretas.

  • Diversidad cultural: El uso de cronologías como la era común respeta la multiplicidad de creencias y antepone una perspectiva inclusiva de la historia.

  • Precedentes judiciales: En otros estados, leyes similares (como la obligación de mostrar los Diez Mandamientos en aulas de Louisiana o Kentucky) han sido declaradas inconstitucionales por violar la cláusula de establecimiento de la religión.

Opiniones y reacciones

Aunque algunos defensores del proyecto argumentan que B.C./A.D. simplemente refleja la tradición cultural de Estados Unidos, sus detractores sostienen que se trata de un retroceso ideológico que privilegia una visión religiosa específica. Lejos de ser una medida neutral, el cambio impuesto niega la pluralidad de la sociedad moderna y transforma el aula en un espacio menos inclusivo.

¿Qué sucede ahora?

Con la aprobación del Senado, SB 2617 pasó a la Cámara de Representantes de Texas, aunque el plazo para su discusión es muy ajustado, a menos de dos semanas antes del cierre de la sesión legislativa. Si la Cámara lo aprueba, el texto iría al gobernador para su firma.

Sin embargo, podrían surgir obstáculos. Cualquier intento por implementar materiales sesgados a favor de una religión puede ser impugnado judicialmente bajo principios constitucionales.


Conclusión

El proyecto SB 2617 es un nuevo ejemplo de cómo ciertos legisladores en Texas intentan reintroducir elementos cristianos en la educación pública, esta vez a través del sistema de fechas. Más que un cambio cosmético, se trata de una declaración política que afecta la neutralidad religiosa exigida por una escuela pública. Como ateos y defensores de la laicidad, es vital visibilizar este tipo de iniciativas, promover un enfoque educativo inclusivo y recordar que la historia no necesita referencias religiosas para existir.

Referencias: texastribune.org

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